En ocasiones, sentimos que debemos hacerlo todo nosotros mismos. Nos sobrecargamos de tareas y dejamos de tener tiempo para cosas importantes. Hay que aprender a delegar ciertas labores. Entre los quehaceres más ingratos y sinsentido, se encuentra la limpieza doméstica.
- Las tareas del hogar son ingratas e improductivas. Nos roban un tiempo precioso que podríamos estar empleando en algo mejor. Son una de las mayores fugas de energía que puede tener una persona. Resultan agotadoras y nada creativas.
- Contrata a una persona para que las realice. Si no tienes tiempo y te agobia tener que dedicar tu ocio a limpiar, delega. Piensa por qué no lo has hecho hasta ahora. Puede que te hayan educado para hacerlo tú mismo. O tal vez consideres que no te lo puedes permitir.
- Aprender a delegar te aporta tiempo extra. Si no tienes asistenta porque piensas que no puedes pagarla, plantéate esto. Puedes utilizar tu tiempo extra para mejorar en el trabajo y ganar más. Aprovecha la oportunidad para formarte, para hacer networking, o para emprender un proyecto. Pronto te darás cuenta de que estás utilizando tu tiempo para algo mucho más productivo y satisfactorio.
- Un hogar limpio proporciona calma. Haz una prueba. Llama a una asistenta para que venga una vez al mes. Analiza cómo te sientes al llegar del trabajo y encontrar tu casa resplandeciente. Hazlo un viernes. De esta manera podrás dedicar el fin de semana para ti. Para poder estar bien, necesitas descansar y hacer cosas que te gusten. Es una buena manera de cuidarte.
- La paz mental no tiene precio. La liberación que proporciona delegar la limpieza de la casa, te permitirá emplear tu tiempo en cosas productivas. Muchas personas descubren nuevas oportunidades, después de haber soltado esa abominable obligación. Seguramente, con el tiempo, acabes llamando a la asistenta dos veces al mes, o una vez a la semana. Cuando te des cuenta de todo lo que puedes hacer liberándote de la limpieza, sentirás que es un dinero bien invertido. Además, ya no tendrás que sufrir si tienes visitas inesperadas.
- Dale utilidad a tu tiempo. Hay personas que sienten una gran satisfacción cuando terminan su rutina de limpieza. Sienten que han hecho un gran trabajo. Y es cierto, lo han hecho. Pero ¿para qué sirve? La casa volverá a estar sucia y el esfuerzo nunca será agradecido. Tu tiempo es muy valioso, úsalo para cosas realmente importantes.
No te agotes queriendo hacerlo todo tú. No tiene ningún sentido. Debes aprender a delegar para conseguir tus metas. Deja que otra persona se encargue de tus tareas domésticas y emplea tu tiempo en algo que valga la pena. Tal vez, solo sea para descansar. Pero ese descanso también es valioso, porque te proporcionará energía para hacer lo que quieras.